Oficinas Paseo Ruzafa TEXTURA Y RITMO

Valencia 2008 9.000 m2

El edificio se emplaza en el Paseo Ruzafa de Valencia, pleno centro neurálgico de la ciudad, en un entorno en el que conviven diversos estilos arquitectónicos y predominan edificios de finales del siglo XIX.

Ritmo y vibración

En este proyecto se ha querido establecer un diálogo con las construcciones históricas colindantes, a partir de una composición de fachada que siguiera las pautas que éstos marcan; así, se toma como referencia el ritmo, la proporción de los huecos y las alturas de planta. El resultado obtenido es el de una fachada con carácter propio, sin que domine sobre el conjunto, sino que complete la unidad de la calle.

Composición

En la fachada se distinguen tres niveles correspondientes a los distintos usos: basamento, cuerpo y remate.
En primer lugar la parte más pública queda representada por un basamento ligero, compuesto por una piel de vidrio transparente y una celosía de lamas metálicas.

Esta celosía se densifica para marcar sombras en los extremos medianeros de la fachada, de manera que se pueden identificar claramente los accesos y acentuar los límites de la fachada. Hacia la parte central, la celosía se abre y acoge grandes paños de vidrio que comunican los bajos comerciales con la calle y así mantener una continuidad.

El segundo nivel se compone de elementos macizos y huecos que siguen un ritmo armónico y corresponde a la zona destinada a oficinas.

En el tercero, la cubierta, se dispone un volumen que contiene las instalaciones, retranqueado y oculto tras una celosía.

Materiales

Las partes macizas se resolvieron con un aplacado de piedra arenisca en tono beige mate de aspecto terroso; los vacíos se cierran mediante vidrio estructural sobre carpintería oculta de aluminio.

  • Arquitecto

    Julio Lacomba
    Ramón Esteve

  • Arquitectos
    Colaboradores

    María Daroz
    Olga Badía

  • Arquitecto Técnico

    Julio Jorques

  • Promotor

    MEDI proyectos inmobiliarios

  • Constructora

    Edifesa

  • Jefe de obra

    Oscar Rivas

  • Fotografía

    Mayte Piera
    Silvia M. Martínez