LA FABRICACIÓN DEL
INTERIOR
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Diseño y Arquitectura #Philippe Starck

El diseñador francés Philippe Starck es autor de una amplísima y ecléctica gama de diseños a todas las escalas, entre los que podría incluirse en cierta manera su dimensión como personaje público. Algunas de sus piezas, como el archiconocido exprimidor Juicy Salif, ocupan ya un lugar por derecho propio en la historia del diseño contemporáneo.

Decididamente anti-funcionalista y posmoderno, en su obra es característico el uso de referencias figurativas pretendidamente humorísticas y/o críticas, como puede verse en una gama de objetos que va desde la omnipresente silla Louis Ghost, reproducción en policarbonato transparente de una butaca barroca, hasta la AK47 dorada de la colección Gun Lamp. Otra de sus líneas de trabajo a diferentes escalas son las formas biomórficas y aerodinámicas, en inevitable referencia al diseño streamline de los años 30, pero también a la imaginería de la ciencia ficción pulp, como el taburete W.W.

“Es inevitable que la arquitectura se dedique cada vez más a crear experiencias y proporcionar un servicio real a la gente.” Philippe Stark

Otra de las ramas más prolíficas de su carrera es el diseño de interiores para locales comerciales, en los que suele aplicar una decidida voluntad escenográfica. El Café Costes en París, con su reloj gigante y un mobiliario específicamente diseñado lleno de referencias formales y materiales al Art Déco, fue una de las obras que le lanzó a la fama en los ochenta. Pero fueron los hoteles Royalton y Paramount en Nueva York a finales de esa década los que le convirtieron en una referencia en el sector, lo que le permitió llegar a encargarse del proyecto integral de varios hoteles.

La producción arquitectónica de Philippe Stark no es tan conocida como su diseño de interiores o de producto. A finales de los ochenta construyó en Japón el edificio de oficinas Nani Nani, un monolito biomórfico chapado en cobre, y el edificio Asahi, un prisma simple coronado por un volumen anaranjado en forma de llama, trasladando así a la escala de la arquitectura las dos principales líneas formales de su diseño de producto. En edificios posteriores, como la Alhondiga de Bilbao, traslada al diseño completo del edifico la voluntad escenográfica que caracteriza su interiorismo.