De esta manera, se establece una clara dicotomía entre una cara más opaca que mira a la falda de la montaña y otra cara claramente transparente que se abre hacia las vistas. Para reforzar esa transparencia, los elementos portantes se retranquean para permitir unas esquinas acristaladas que desmaterializan el volumen y dirigen una mirada oblicua hacia el horizonte. Por el contrario, las aberturas del eje de circulación se protegen mediante una celosía de grandes lamas verticales de madera.

Grandes pérgolas en voladizo prolongan el espacio interior de dos de estos volúmenes, creando un espacio intermedio, un exterior protegido donde las lamas de madera filtran la luz del poderoso sol mediterráneo. Frente a los otros dos volúmenes se sitúa una piscina que se fragmenta y recompone adaptándose al retranqueo de estas piezas.

En la tradición rural mediterránea, las laderas de las montañas se han convertido en tierras aptas para el cultivo construyendo terrazas y muros de contención con la misma piedra que se extraía de la montaña.  De la misma manera, esta vivienda se adapta a la pendiente de la montaña mediante un zócalo de piedra vista, evocando tanto la montaña de la que se extrae la piedra como la mano que colocó cada uno de los mampuestos irregulares sin ningún tipo de mortero de unión.

El zócalo aprovecha el desnivel del terreno para acoger dos dormitorios con su propia terraza en la zona más baja, creando un espacio exterior más íntimo y recogido.

Este basamento de piedra, construido por apilamiento de elementos pesados, vincula la construcción tanto visual como físicamente con el terreno. La propia irregularidad de la fábrica de piedra de los muros pone el énfasis en su naturaleza no mediada, inalterada, y por tanto directamente vinculada con la montaña.

En contraste, en las plantas superiores, la desmaterialización de las esquinas de los volúmenes, los grandes paños de vidrio con sus esbeltos montantes y las pérgolas de largas lamas y esbeltos soportes participan en la manifestación de lo ligero confieren a la vivienda un carácter ligero, casi efímero.